miércoles, 22 de julio de 2015

El Juicio Moral y el Juicio Ètico



El juicio moral y el juicio ético
La conciencia moral y ética es la capacidad para sentir, juzgar, deliberar (argumentar) y actuar conforme a valores morales de modo coherente, persistente y autónomo.
El juicio moral es aquella dimensión que nos permite declarar lo bueno y lo malo; lo justo y lo injusto; lo honesto y lo deshonesto; etc. en tales acciones y situaciones. Es la capacidad que le permite hacer estimaciones o prescripciones sobre las acciones o relaciones humanas a la luz de un valor moral. Por otro lado, todo juicio moral se hace sobre un fundamento o base que podemos descubrir cuando le preguntamos a la persona ¿por qué lo dices? Típicamente las respuestas de las personas tienden a reflejar unas motivaciones o razones para su juicio que pueden clasificarse en niveles de juicio moral. Esto niveles van de la heteronomía a la autonomía. El desarrollo de la capacidad del juicio moral implica un desarrollo en dirección de la autonomía.

Por su parte la ética se refiere, por un lado, a nuestra capacidad para analizar la moral; la conciencia ética es la conciencia de la conciencia moral; o más simplemente, la autoconciencia. La autoconciencia o conciencia ética no nos dice cómo actuar; pero mejora la conciencia moral haciéndola más clara en sus contenidos, mejorando sus proceso y haciéndola más coherente. Por otro lado la ética busca formular valores o deberes deliberadamente y de carácter "universal", es decir a un nivel de generalidad que trasciende los valores particulares. Estos valores son necesarios en aquellas sociedades con una pluralidad de sistemas de moral porque crean un consenso en torno a ciertos fines de la sociedad en su conjunto. Tal es el caso de los valores de dignidad y solidaridad, los cuales pueden ser aceptados, en su formulación general, por diversas tradiciones religiosas y filosóficas. El juicio moral sobre las acciones humanas. Los actos humanos son objeto de valoración o juicio ético porque son posibles
Es esencial entender estos conceptos con claridad.
Los juicios morales son opiniones o evaluaciones creadas en cuanto a alguna omisión o acción, rasgo de carácter, motivación, intención, o un individuo como un todo, seran más o menos buenos o malos según su evaluación frente a un buen estado.
El juicio moral y la inacción o la acción son generalmente el foco principal de cualquier discusión sobre el análisis ético, en los juicios generales y morales sobre todo.
Esto es así como las sentencias de las personas, rasgos de carácter o las intenciones generalmente se basan en el veredicto de las acciones que un individuo, rasgo de carácter, su motivo o la intención, probablemente podrían hacer o no hacer.
Por lo tanto, restringir la discusión a los juicios morales de las acciones con algunas alteraciones evidentes adecuadas pueden hablar acerca del juicio moral de las personas, intenciones, motivos o rasgo de carácter.
El contexto de la declaración que distingue a los juicios morales es esencial entender que la filosofía, y sobre todo la ética , se aparta de las ciencias en una forma muy esencial.
Tanto de las ciencias duras y blandas indican la descripción de la realidad.
Que pretenden explicar los niveles cambiantes de los detalles acerca de la realidad.
Por el contrario, la ética es la rama de la Filosofía, que describe lo que se debe.
Los juicios morales se agrupan en dos grandes clases.
• Después de el hecho, de los juicios morales, los juicios morales se hacen realidad cuando la acción se lleva a cabo.
Estos se basan en una visión retrospectiva de las consecuencias.
Por lo general, estos juicios son con respecto a lo que ha hecho y si era bueno o malo.
• Antes de que el hecho de los juicios morales, esos juicios se hacen antes de que la acción tenga lugar.
Por lo general, se hacen sobre la base de la mejor información disponible.
Estos son los juicios sobre lo que debe hacer (o no debe hacer), y si su curso de acción es bueno o malo.
Los juicios morales sólo se pueden hacer de un instrumento de la voluntad o la libertad de elegir.
Estos juicios son acerca de las opciones posibles, determinadas opciones, donde el que elige es consciente de que hay una opción, y tiene la capacidad de decidir.
Una persona que no es capaz de hacer otra cosa que lo que hizo, no es materia de juicio moral.
Sin embargo, cuando una persona tiene la voluntad o la libertad para seleccionar las opciones, entonces la falta de acción involuntaria o intencional de un individuo o acciones pueden ser objeto de juicios morales.
Para tomar una decisión, usted debe estar alerta de que hay opciones.
Si usted tiene conocimiento fino de su situación actual, entonces se podría concluir que no hay opciones mejores.
También es posible que usted elija una alternativa que es correcta.
Sin embargo, en caso de que el conocimiento fino, es posible que el abandono de una por otra mejor.
Un individuo, que selecciona la mejor alternativa que él o ella podría con la información que él o ella tiene por ejemplo, no se puede reprochar, que tomo una una mala elección.
Juicio ético es analizar las acciones probables en las circunstancias y la evaluación de que la acción es más ética.
Una persona que hace un juicio ético y que hace uso de la razón para determinar cuál es la mejor decisión o solución a un problema.
Él o ella piensa acerca de la mejor acción a tomar y por qué es la mejor acción en esta situación.
Juicio ético es una parte decisiva en el proceso de toma de decisiones.
Para resolver un problema de manera efectiva o de tomar una decisión sana y buena, la persona debe tener algunas habilidades cognitivas fundamentales que hacen que sea posible completar el proceso de toma de decisiones de manera sistemática y en profundidad.
Estas habilidades cognitivas fundamentales comprenden el pensamiento en el problema ético y la comprensión de que códigos se puede aplicar en las circunstancias mediante la implementación de razonamiento para decidir cuál es la mejor decisión que refleje las circunstancias, asegurando que la mejor decisión ha sido tomada con una planificación adecuada para la aplicación del decisión.
Es esencial entender la diferencia entre los juicios morales y los juicios éticos claramente.
Esto ayudará a las personas a desarrollar habilidades éticas y su juicio.
Incluso pueden explicar las razones de sus decisiones éticas.
Además de esto, pueden entender y resolver cuál es el problema ético.
Ellos son capaces de explicar sus planes respecto a la aplicación de la decisión.
Esto ayudará a proporcionar oportunidades para que otros puedan aprender a hacer sus propias decisiones.
- See more at: http://mitecnologico.com/igestion/Main/ElJuicioEtico#sthash.VwXUWPwZ.dpuf
Es esencial entender estos conceptos con claridad.
Los juicios morales son opiniones o evaluaciones creadas en cuanto a alguna omisión o acción, rasgo de carácter, motivación, intención, o un individuo como un todo, seran más o menos buenos o malos según su evaluación frente a un buen estado.
El juicio moral y la inacción o la acción son generalmente el foco principal de cualquier discusión sobre el análisis ético, en los juicios generales y morales sobre todo.
Esto es así como las sentencias de las personas, rasgos de carácter o las intenciones generalmente se basan en el veredicto de las acciones que un individuo, rasgo de carácter, su motivo o la intención, probablemente podrían hacer o no hacer.
Por lo tanto, restringir la discusión a los juicios morales de las acciones con algunas alteraciones evidentes adecuadas pueden hablar acerca del juicio moral de las personas, intenciones, motivos o rasgo de carácter.
El contexto de la declaración que distingue a los juicios morales es esencial entender que la filosofía, y sobre todo la ética , se aparta de las ciencias en una forma muy esencial.
Tanto de las ciencias duras y blandas indican la descripción de la realidad.
Que pretenden explicar los niveles cambiantes de los detalles acerca de la realidad.
Por el contrario, la ética es la rama de la Filosofía, que describe lo que se debe.
Los juicios morales se agrupan en dos grandes clases.
• Después de el hecho, de los juicios morales, los juicios morales se hacen realidad cuando la acción se lleva a cabo.
Estos se basan en una visión retrospectiva de las consecuencias.
Por lo general, estos juicios son con respecto a lo que ha hecho y si era bueno o malo.
• Antes de que el hecho de los juicios morales, esos juicios se hacen antes de que la acción tenga lugar.
Por lo general, se hacen sobre la base de la mejor información disponible.
Estos son los juicios sobre lo que debe hacer (o no debe hacer), y si su curso de acción es bueno o malo.
Los juicios morales sólo se pueden hacer de un instrumento de la voluntad o la libertad de elegir.
Estos juicios son acerca de las opciones posibles, determinadas opciones, donde el que elige es consciente de que hay una opción, y tiene la capacidad de decidir.
Una persona que no es capaz de hacer otra cosa que lo que hizo, no es materia de juicio moral.
Sin embargo, cuando una persona tiene la voluntad o la libertad para seleccionar las opciones, entonces la falta de acción involuntaria o intencional de un individuo o acciones pueden ser objeto de juicios morales.
Para tomar una decisión, usted debe estar alerta de que hay opciones.
Si usted tiene conocimiento fino de su situación actual, entonces se podría concluir que no hay opciones mejores.
También es posible que usted elija una alternativa que es correcta.
Sin embargo, en caso de que el conocimiento fino, es posible que el abandono de una por otra mejor.
Un individuo, que selecciona la mejor alternativa que él o ella podría con la información que él o ella tiene por ejemplo, no se puede reprochar, que tomo una una mala elección.
Juicio ético es analizar las acciones probables en las circunstancias y la evaluación de que la acción es más ética.
Una persona que hace un juicio ético y que hace uso de la razón para determinar cuál es la mejor decisión o solución a un problema.
Él o ella piensa acerca de la mejor acción a tomar y por qué es la mejor acción en esta situación.
Juicio ético es una parte decisiva en el proceso de toma de decisiones.
Para resolver un problema de manera efectiva o de tomar una decisión sana y buena, la persona debe tener algunas habilidades cognitivas fundamentales que hacen que sea posible completar el proceso de toma de decisiones de manera sistemática y en profundidad.
Estas habilidades cognitivas fundamentales comprenden el pensamiento en el problema ético y la comprensión de que códigos se puede aplicar en las circunstancias mediante la implementación de razonamiento para decidir cuál es la mejor decisión que refleje las circunstancias, asegurando que la mejor decisión ha sido tomada con una planificación adecuada para la aplicación del decisión.
Es esencial entender la diferencia entre los juicios morales y los juicios éticos claramente.
Esto ayudará a las personas a desarrollar habilidades éticas y su juicio.
Incluso pueden explicar las razones de sus decisiones éticas.
Además de esto, pueden entender y resolver cuál es el problema ético.
Ellos son capaces de explicar sus planes respecto a la aplicación de la decisión.
Esto ayudará a proporcionar oportunidades para que otros puedan aprender a hacer sus propias decisiones.
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Es esencial entender estos conceptos con claridad.
Los juicios morales son opiniones o evaluaciones creadas en cuanto a alguna omisión o acción, rasgo de carácter, motivación, intención, o un individuo como un todo, seran más o menos buenos o malos según su evaluación frente a un buen estado.
El juicio moral y la inacción o la acción son generalmente el foco principal de cualquier discusión sobre el análisis ético, en los juicios generales y morales sobre todo.
Esto es así como las sentencias de las personas, rasgos de carácter o las intenciones generalmente se basan en el veredicto de las acciones que un individuo, rasgo de carácter, su motivo o la intención, probablemente podrían hacer o no hacer.
Por lo tanto, restringir la discusión a los juicios morales de las acciones con algunas alteraciones evidentes adecuadas pueden hablar acerca del juicio moral de las personas, intenciones, motivos o rasgo de carácter.
El contexto de la declaración que distingue a los juicios morales es esencial entender que la filosofía, y sobre todo la ética , se aparta de las ciencias en una forma muy esencial.
Tanto de las ciencias duras y blandas indican la descripción de la realidad.
Que pretenden explicar los niveles cambiantes de los detalles acerca de la realidad.
Por el contrario, la ética es la rama de la Filosofía, que describe lo que se debe.
Los juicios morales se agrupan en dos grandes clases.
• Después de el hecho, de los juicios morales, los juicios morales se hacen realidad cuando la acción se lleva a cabo.
Estos se basan en una visión retrospectiva de las consecuencias.
Por lo general, estos juicios son con respecto a lo que ha hecho y si era bueno o malo.
• Antes de que el hecho de los juicios morales, esos juicios se hacen antes de que la acción tenga lugar.
Por lo general, se hacen sobre la base de la mejor información disponible.
Estos son los juicios sobre lo que debe hacer (o no debe hacer), y si su curso de acción es bueno o malo.
Los juicios morales sólo se pueden hacer de un instrumento de la voluntad o la libertad de elegir.
Estos juicios son acerca de las opciones posibles, determinadas opciones, donde el que elige es consciente de que hay una opción, y tiene la capacidad de decidir.
Una persona que no es capaz de hacer otra cosa que lo que hizo, no es materia de juicio moral.
Sin embargo, cuando una persona tiene la voluntad o la libertad para seleccionar las opciones, entonces la falta de acción involuntaria o intencional de un individuo o acciones pueden ser objeto de juicios morales.
Para tomar una decisión, usted debe estar alerta de que hay opciones.
Si usted tiene conocimiento fino de su situación actual, entonces se podría concluir que no hay opciones mejores.
También es posible que usted elija una alternativa que es correcta.
Sin embargo, en caso de que el conocimiento fino, es posible que el abandono de una por otra mejor.
Un individuo, que selecciona la mejor alternativa que él o ella podría con la información que él o ella tiene por ejemplo, no se puede reprochar, que tomo una una mala elección.
Juicio ético es analizar las acciones probables en las circunstancias y la evaluación de que la acción es más ética.
Una persona que hace un juicio ético y que hace uso de la razón para determinar cuál es la mejor decisión o solución a un problema.
Él o ella piensa acerca de la mejor acción a tomar y por qué es la mejor acción en esta situación.
Juicio ético es una parte decisiva en el proceso de toma de decisiones.
Para resolver un problema de manera efectiva o de tomar una decisión sana y buena, la persona debe tener algunas habilidades cognitivas fundamentales que hacen que sea posible completar el proceso de toma de decisiones de manera sistemática y en profundidad.
Estas habilidades cognitivas fundamentales comprenden el pensamiento en el problema ético y la comprensión de que códigos se puede aplicar en las circunstancias mediante la implementación de razonamiento para decidir cuál es la mejor decisión que refleje las circunstancias, asegurando que la mejor decisión ha sido tomada con una planificación adecuada para la aplicación del decisión.
Es esencial entender la diferencia entre los juicios morales y los juicios éticos claramente.
Esto ayudará a las personas a desarrollar habilidades éticas y su juicio.
Incluso pueden explicar las razones de sus decisiones éticas.
Además de esto, pueden entender y resolver cuál es el problema ético.
Ellos son capaces de explicar sus planes respecto a la aplicación de la decisión.
Esto ayudará a proporcionar oportunidades para que otros puedan aprender a hacer sus propias decisiones.
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La Conciencia Moral





El concepto de “Conciencia” como tal tiene varias definiciones;
  •  Acto psíquico mediante el cual una persona se percibe a sí misma en el mundo 
  • Es la propiedad del espíritu humano que permite reconocerse en los atributos esenciales.
  • Conocimiento reflexivo de las cosas y de la actividad mental que sólo es accesible para el propio sujeto
  •  La filosofía considera que la conciencia es la facultad humana para decidir acciones y hacerse responsable de las consecuencias de acuerdo a la concepción del bien y del mal.
  • Para la psicología, la conciencia es un estado cognitivo no-abstracto que permite que una persona interactúe e interprete con los estímulos externos que forman lo que conocemos como la realidad.

La psicología distingue 3 niveles de conciencia:
  • Consciente (establece las prioridades)
  • Preconsciente (depende del objetivo a cumplir)
  • inconsciente (no se racionaliza)
La estructura de la conciencia está dada por la relación que establecen estos tres niveles.
Si la conciencia de un individuo funciona del modo “adecuado”, las valoraciones que éste hará sobre su realidad serán claras y le permitirán llevar una vida estable; si por el contrario, dado que ha padecido determinadas situaciones traumáticas, puede que su manera de entender en entorno no sea lúcida y, por ende, tome decisiones que causarán desajustes en su entorno. En este punto puede decirse que lucidez y claridad son sinónimos son para la psiquiatría los aspectos que definen una conciencia sana.
La conciencia moral se puede definir de varias formas;
  • En lenguaje popular, es esa voz interior que nos obliga a actuar de una forma y también nos dice si son correctas o no nuestras acciones.
  • Es la capacidad de juzgar las acciones, no solo las nuestras sino también las de los demás, como buenas o malas; Es la que orienta nuestra conducta en la dirección que la persona considera correcta.

Los principios que son impuestos desde fuera:
  • Heteronomía
  •  De moral heterónoma o conciencia heterónoma
Los que son impuestos desde el ser:
  •  Autonomía
  •  De moral autónoma o conciencia autónoma.

La norma suprema de conducta es la ley divina. La conciencia solo descubre si sus acciones encajan con lo que Dios quiere. En consecuencia, la conciencia es norma próxima (subjetiva, personal, inmediata) de moralidad, pero la norma suprema (objetiva) es la ley de Dios.
En concordancia con la ley de Dios, la conciencia puede ser recta o verdadera y errónea, según si sus dictados se adecuan o no a esa ley. La errónea puede ser vencible (si no se ponen todos los medios para salir del error) e invencible (si puestos todos los medios no se puede salir del error). Se debe seguir la conciencia recta y verdadera y también la invenciblemente errónea.
Por razón del asentimiento que prestamos a lo que la conciencia nos dicta ésta se divide en:
  • Cierta: No es lo mismo estar seguro de algo que dar en el clavo. La primera es la conciencia cierta, la segunda es la conciencia verdadera. Una es la seguridad subjetiva y la otra la objetiva. Pues bien, no basta con «estar seguro» (conciencia cierta), además hay que actuar con la ley (conciencia verdadera)
  •  Probable: Por la limitación humana puede ocurrir que un hombre esté cierto de algo que no sea verdadero. Por eso mismo, no es el ideal tener meramente una conciencia moral cierta: hay que tender a tener, además, una conciencia recta o verdadera.
  •  Dudosa, según el grado de seguridad que se tenga: La conciencia, “para ser norma válida del actuar humano tiene que ser recta, es decir, verdadera y segura de sí misma, y no dudosa ni culpablemente errónea”. Una persona que actúe contra su conciencia, peca; pero también peca por no ajustar deliberadamente sus dictámenes a la ley de Dios que es la norma suprema de actuación.
Se debe seguir la conciencia cierta; en algunos casos la probable, pero nunca la dudosa; hay que salir antes de la duda.
El estudio de la religión se relaciona con la conciencia en el sentido que es necesaria para la formación de un hombre de fe que quiere conocer mejor a Dios, y se da cuenta de que “la religión es la mayor rebelión del hombre que no quiere vivir como una bestia, que no se conforma --que no se aquieta-- si no trata y conoce al Creador. El Catecismo recalca que “hay que formar la conciencia, y esclarecer el juicio moral. Una conciencia bien formada es recta y veraz. Formula sus juicios según la razón, conforme al bien verdadero querido por la sabiduría del Creador. La educación de la conciencia es indispensable a seres humanos sometidos a influencias negativas y tentados por el pecado a preferir su propio juicio y a rechazar las enseñanzas autorizadas”.
Se relacionan en el sentido que en cualquier materia intentamos alcanzar el mayor número de conocimientos para ser doctos en aquel saber. Y si no los alcanzamos, evitamos hablar del tema por indoctos. Pero, ¿sucede lo mismo con los temas relativos a la fe ya la moral? Muchas veces se pontifica sobre lo que se ignora. Por todo ello, “la conciencia tiene necesidad de formación. Una educación de la conciencia es necesaria, como es necesario para todo hombre ir creciendo interiormente, puesto que su vida se realiza en un marco exterior demasiado complejo y exigente”.
Lo que se pretende al formar la conciencia no es simplemente alcanzar una habilidad o desarrollar una facultad, sino conseguir el destino eterno. Esto lleva a ver unos cuantos presupuestos básicos de la formación de la conciencia.

Los Actos Humanos




La naturaleza Humana es el conjunto de características que involucran el actuar y pensar que tienen en comùn todos los seres humanos. Reconocidas lineas de pensamiento filosofico y analitico sobre la misma han sido desarrolladas por muchos personajes en diversos contextos, cuyas ideas han sufrido la influencia del medio que los rodea en el intento de explicar lo no visto, pero percibido, como las motivaciones humanas, sus causas; todo lo que se concreta a travès del comportamiento. La naturaleza humana se determinaría por todo lo que resulta en acciones, de las acciones a nivel individual y colectivo. Querer comprender el mundo es algo innato de la naturaleza humana.

Los actos humanos son aquellos que proceden de la voluntad deliberada del hombre, realizados con conocimiento y libre voluntad de decisión. En ellos interviene primero el entendimiento, porque no se puede querer o desear lo que no se conoce: con el entendimiento el hombre advierte el objeto y delibera si puede y debe tender a él, o no. Una vez conocido el objeto, la voluntad se inclina hacia el porque lo desea, o se aparta de él, rechazándolo. Sólo cuando intervienen entendimiento y voluntad el hombre es dueño de sus actos, y por tanto, plenamente responsable de ellos. Y sólo en los actos humanos puede darse valoración moral.

El acto moralmente bueno supone a la vez la bondad del objeto, del fin y de las circunstancias. Una finalidad mala corrompe la acción, aunque su objeto sea de suyo bueno. El objeto de la elección puede por sí solo viciar el conjunto de todo el acto. Hay comportamientos concretos, que siempre es un error elegirlos, ya que su elección comporta un desorden de la voluntad, es decir, un mal moral. Es erróneo juzgar la moralidad de los actos humanos considerando sólo la intención que los inspira o las circunstancias (ambiente, presión social, coacción o necesidad de obrar, etc.) que son su marco. Hay actos que, por sí y en sí mismos, independientemente de las circunstancias y de las intenciones, son siempre gravemente ilícitos por razón de su objeto; por ejemplo, la blasfemia y el perjurio, el homicidio y el adulterio. No está permitido hacer el mal para obtener un bien.

Nuestras acciones son resultado de nuestra decisiones y en si reflejan en gran parte nuestras bases morales; cabe destacar que la educación base es primordial como guìa para la toma de decisiones, y sin està el jucio moral queda a la experiencia y emoción del ser como tal. Tambièn hay veces que, por razones genéticas, o de como funciona el cuerpo humano, se puede llegar a acometer actos a causa de cambios de funcionamiento en nuestro sistema nervioso, o en el cuerpo humano. Por ejemplo, con  estudios se ha podido llegar a conclusiones que el cerebro de  asesinos, psicópatas funciona de una manera diferente al de una persona "Normal". Su punto de vista cambia de manera radical respecto a nosotros.

La Ètica Normativa y la Moral




Podemos definir la ética como la reflexión teórica sobre la moral. La ética es la encargada de discutir y fundamentar reflexivamente ese conjunto de principios o normas que constituyen nuestra moral. Consecuentemente la Moral, es el conjunto de principios, criterios, normas y valores que dirigen nuestro comportamiento. La moral nos hace actuar de una determinada manera y nos permite saber qué debemos hacer en una situación concreta. Es como una especie de brújula que nos orienta, nos dice cuál es el camino a seguir, dirige nuestras acciones en una determinada dirección. La brújula nos indica el camino. En la vida hay que intentar no perder el norte.

La ética es la ciencia que estudia la moralidad del obrar humano, es decir, considera los actos humanos en cuanto son buenos o son malos. Es una ciencia; la diferencia se puede ver por ejemplo hablando del clima entre el campesino y el meteorólogo. El Objeto material de la Ética estudia el comportamiento humano, los actos humanos en sí. El Objeto formal de la Ética se enfoca en la moralidad de los actos humanos. Entre las diferencias que podemos mencionar, hablando de la ética y la moral se destacan;

Moral
  • Cuando se hace referencia a la vida humana desde unas normas
  •  Lo que le interesa es describir las normas morales.
  • La moral es la vida
  •  Cada uno crea sus propios actos a través de la acción
Ética
  • No describe lo que para un individuo o sociedad es bueno o malo
  •  Define el bien y el mal
  •  Emite juicios sobre lo bueno y lo malo
  •  NO es descriptiva 
  •  Es Normativa
  •  La ética no es la vida sino reflexión sobre la vida moral
  •  La moral tiene que ver con el nivel práctico o de la acción
  •  La ética con el nivel teórico o de la reflexión

La Moral y la ética se plantean cuestiones distintas. La moral tiene que ver con el nivel práctico de la acción y trata de responder a la pregunta ¿qué debo hacer? La ética con el nivel teórico de la reflexión y trata de responder a preguntas del tipo ¿qué es la moral? ¿Cómo se fundamenta? ¿Cómo se aplica la reflexión a la vida cotidiana? Por lo tanto, la ética define que es el bien y el mal. La ética no es una ciencia descriptiva sino normativa.
Todas las personas independientemente de su actividad han tenido que plantearse problemas relacionados con la ética y ha tenido que buscarle una solución. Hemos tenido que encontrar respuestas satisfactorias a preguntas tales como:
  • ¿Cómo se puede distinguir objetivamente entre lo bueno y lo malo?
  •  ¿Cuál es el criterio para juzgar entre el bien y el mal?
  •  ¿Basta la buena intención para actuar bien?
  •  ¿Las normas morales son fijas o cambian con el tiempo?
  • ¿Hay algunas leyes que efectivamente sean obligatorias en conciencia? Y ¿en qué se fundamenta dicha obligación?

Aristóteles distinguía tres tipos de actividades:
  • Teoría: Es aquella actividad del ser humano que tiene por objeto la verdad de las cosas. Se pregunta por la esencia del ser 
  •  Praxis: es aquella actividad que tiene por objeto la bondad de la actividad humana. Su pregunta es: ¿qué debo hacer?
  •  Poiesis: es la actividad humana que tiene por objeto la utilidad de las cosas. Su pregunta es ¿cómo puedo transformar este objeto para que me sea útil?

Una Norma moral es una regla o mandato que nos imponemos nosotros a nosotros mismos. En el caso de no cumplirla hemos de responder ante nosotros mismos y la sanción o castigo se presenta en forma de remordimiento de conciencia. Por último, es una norma que pretende ser universal ya que cuando nos la imponemos esperamos que sea válida para todos los seres humanos. Una acción es moral cuando posee ciertas características; Ha de ser voluntaria, es decir, libre y conciente (libertad y consciencia). Una acción no es moral si no existe libertad, si no existe la posibilidad de elegir entre varias opciones. Debe tener consecuencias para los demás, exige la relación con otros seres humanos. Ha de estar sometida a normas morales (no técnicas).

Hay normas de distinto tipo. Pero no se diferencian por su contenido, por lo que la norma dice que debemos hacer, sino por una serie de elementos formales. En muchas ocasiones una misma norma puede ser moral, social, religiosa o jurídica. Por ejemplo, "No matarás" o "no debes matar", en este contexto es una norma religiosa. El que ordena es Dios y en caso de desobedecer la norma habrá que responder ante él. Si una persona no mata porque Dios ordena no matar, está obedeciendo una norma religiosa. Otra persona puede que no mate porque no quiere ir a la cárcel. Esa persona está obedeciendo una norma de tipo legal o jurídico. En ambos casos el contenido de la norma es el mismo (no debes matar), pero se diferencian por una serie de características que tienen que ver no con su contenido, sino con su forma. 

Los seres humanos realizamos muchas acciones de muy distintos tipos, algunas son inconscientes como la digestión, otras son mecánicas como andar o vestirse, otras necesarias como respirar o comer. Algunas acciones no son necesarias, sino libres y también conscientes, pero tienen muy poca repercusión práctica como ir al cine o bailar. Otras en cambio si tienen repercusiones, pero son producto de mi relación con las cosas, no con las personas. Estas acciones están sometidas a normas técnicas. Son acciones técnicas. Hacer mi trabajo, pintar una casa o arreglar los frenos de una moto requieren el conocimiento y aplicación de unas normas que determinan mi relación con las cosas no con las personas. Ninguna de estas acciones son acciones morales. 

Todas carecen de alguna característica que hace que una acción sea moral. La ética se puede dividir en dos ramas;

  • Descriptiva, es el examen de las costumbres y de los comportamientos relacionados con los valores, los principios y normas morales de un pueblo, por ejemplo la poligamia, que cada pueblo vive su escala de valores “lo que es Normal de Hecho”
  •  Normativa, estudia lo que debería hacer el hombre, cuestiona lo que es bueno y lo que es malo para vivir bien. Se divide en general y especial o aplicada. “Lo que es Normal de derecho”. La ética normativa involucra el uso de un estándar moral para valorar el comportamiento correcto e incorrecto. Por ejemplo, el estándar moral podría ser las reglas de oro: haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran. Utilizando este estándar, una persona podría deducir que no debería robar la propiedad de su vecino ya que no le gustaría que su vecino robara su propiedad. De forma similar, existen otros estándares morales como virtudes y deberes que proveen una brújula para el comportamiento ético.

Teoría del deber

El deber es un estándar moral que forma una base para numerosas teorías filosóficas en la ética normativa. Estas teorías, también conocidas como teorías deontológicas, están basadas en la premisa de que tenemos ciertos deberes como seres humanos y que debemos actuar de acuerdo con ellos, sin importar las consecuencias de las acciones. Por ejemplo, los padres tienen el deber de alimentar y vestir a sus hijos, deben honrar este deber incluso aunque eso signifique que tienen que gastar dinero para hacerlo.

Teoría de los derechos


La teoría de los derechos es una aproximación a la ética normativa basada en el deber. El filósofo británico John Locke está asociado con esta teoría. El puso en la mesa la opinión de que las leyes de la naturaleza requieren que no lastimemos los derechos de vida esenciales de nadie más, libertad o salud, al igual que su propiedad. Estos derechos son derechos naturales dados a todos los seres humanos por Dios, de acuerdo con Locke. Tales derechos también son aplicables en todo el mundo y son inalienables, así que no puedan ser separados de un individuo.

Imperativo categórico


El filósofo alemán Emmanuel Kant llegó con otra aproximación basada en el deber a la filosofía que llamó el "imperativo categórico". Un imperativo categórico es un imperativo moral que gobierna el deber y hace que una acción sea absolutamente necesaria. Un imperativo moral es tratar a las personas como un fin y no como medios para un fin. Aplicando este principio, una persona no debería robar el auto de su vecino porque robar el auto podría significar que está tratando su vecino como un medio para su propio fin de utilizar el automóvil.



La Meta Ética

Por "metaética" se entiende la reflexión sobre los llamados problemas fronterizos, es decir, sobre los problemas que se sitúan más allá de la reflexión normativa y establecen la frontera última de la reflexión ética, como también la frontera que separa la reflexión puramente filosófica de la reflexión teológica en el campo moral. Por consiguiente, la reflexión moral, como también la normativa que elabora el filósofo, no puede ignorar la el teólogo, ni el filósofo puede ignorar la reflexión teológica. No hay que pensar, pues, que los dos tipos de reflexión puedan caminar de forma paralela, ignorarse recíprocamente y luego ir cada una por su lado cuando la teología aborda sus problemas específicos.


Semejante visión del problema es insostenible por el simple hecho de que, por una parte, el filósofo necesita analizar la reflexión ético-teológica para ver hasta dónde llega en clave puramente racional y dónde comienza a basarse en los contenidos de fe y, por otra parte, también el teólogo debe tener presente la necesidad de expresar la fundamentación racional de la reflexión teológica para marcar con claridad sus límites o, mejor aún, para mantenerla siempre dentro de su cauce propio, evitando tanto el fideísmo como el racionalismo.

En la definición que se ha dado puede verse cómo lo que se entiende por meta ética no es el equivalente a ética analítica. Se refiere más bien este último tipo de ética al modo de proceder dentro de la reflexión ética, tanto a nivel normativo como meta normativo, a nivel filosófico como teológico, mientras que metaética se refiere a problemas de tipo completamente distinto de los de la ética normativa. El hecho de que la terminología diferenciadora de los distintos niveles de la reflexión moral haya surgido de la reflexión analítica no debe inducir a error; significa que el modo de reflexión analítica consigue estar más atento a la realidad del fenómeno moral en su aspecto global.


A nivel metaético se debe abordar también el problema de la relación fe-moral como problema fronterizo entre vida con dimensión religiosa y vida con dimensión moral. Unas veces se pone de parte de la vida moral frente a la vida religiosa y otras de parte de la vida religiosa frente a la vida moral. La vida moral, o la aceptación del punto de vista de la moral, no implica necesariamente la aceptación de la fe. Efectivamente, desde el punto de vista lógico, y también desde el teológico, se afirma, según Rom 2,14, que se puede vivir moralmente bien incluso fuera de una perspectiva de fe cristiana. Por eso grandes personajes pertenecientes a otras religiones, o incluso ateos, son propuestos como ejemplos de verdadero humanismo moral. La misma teología habla de cristianos anónimos, reconociendo la posibilidad de salvación también para los no creyentes, en cuanto les alcanza el acontecimiento salvífico de Cristo. También sin fe puede haber una actitud moralmente buena y un comportamiento moralmente recto.